De pronto corrieron de luegar las balas y circularon las almas... Lo que comenzaba, la historia, éste día, escapaba por miedo a lo evidente, ebade realidades poniendo uno de sus pies sobre una nube cada mañana.
La seguidilla de marcas en el aire, sus ojos anciosos... había señales claras, había que actuar con la honestidad bajo el brazo y con las manos limpias, hoy yo era el director de ésta escena, la principal de la historia, y debía ser relato fiel de lo que nos sucede...
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