... y así, con la angustia a flor de piel, con el deseo ofuscado y terrenal más vicioso que nunca, me lanzé emprendiendo camino hacia lo que sentí sería mi nuevo paradero. Así, llena de espectativas como de recelos me rendí nuevamente hacia los brazos de morfeo para dejar al tren de mi imaginación libre, para hayar el riel perfecto... Así, tan ingenua como oscura, tan apasionada como pasiva, tan toda como poca reinicié al instante mi memoria a lag plazo, ahora, importando todo menos. Tan melodiosa como monocorde... tan armónica como sedante, tan ilusca como ayer... como siempre.
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