lunes, julio 19, 2010

De corrientes inconcientes.


El frio entra por la puerta cual sentimiento invitado, así, escurridizo, entrando de lado, con la cabeza gacha para no ser visto... Abrí la puerta para dejar salir los humos de mi mente, para refrescar con aires de colores mi alma repintada de blanco... Sonidos esculpen mis manos, mis manos moldean mi imagen, mi imagen te evoca a sabores, los sabores deleitan mis labios, mis labios recorren pieles, mi piel transmite emociones, la emoción pertuba mi mente... y mi mente perturba la tuya.

De noche masturbando notas para crear acordes que mojoren tus momentos, que desde lo lejos oyes... De día soñando con tierras y lugares que conquistaré cual guerrero inquieto, de día llenando de placeres mis oidos perfectos, de día imaginando paredes que rayaré con miradas penetrantes y risas estridentes... Mojasense tus manos de una lágrima mía para sacudir tu rostro de dolores y pincelarlo así con aguadas de juventud...


Perdonadme de mis atroces pensamientos, Dios generoso, que me has bendecido con tus mas nobles dones, Dios ingrato, que has olvidado a uno de tus hijos, Dios misericordioso, que poco me obligas a escucharte... Tú, Dios de todos y de nadie, Dios indiferente que vuelve su rostro, Dios que me tiene clavada sangrando entre la oscuridad y la luz... Dios que recibe reclamos... Dios que me ha dejado vivir... Dios insistente que me tiende la mano... Dios al que tu ves, pero que yo no quiero mirar.

Pues es así, siempre lo ha sido y lo será... Frustrante, congelante, moldeable, postergable, cancelable, fumigable, amigable, fundible, amargante, deseante, desechable, escribible, dibujante, amable, sumergible, desesperante, flotante, deslizable, cantable, oíble, mojante, humeante, secante, increíble, llevable, ofuscante, maleable, digerible, tragante, miserable, hiriente... Amores, que de mi vida, eliminarlos... jamás.






Have you forgotten, all this beauty arround?



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lunes, julio 05, 2010

De noches en un hospital.






Y abrí la puerta tornasol… trilogía de colores albos, de colores de espaciales, como mi espíritu…

En la casa había simios que colgaban como lámparas de los techos. Había gente en los rincones como esculturas en los museos. Una tierna melodía sonaba todos los días a media noche, acompañadas de las intermitentes carcajadas y de los desesperantes ronquidos, formaban la sinfonía perfecta para ir a dormir. Nunca supe el nombre del señor que cortaba las rosas en el jardín, sí sabía a quien le llevaba el ramillete. Mi hermana las odiaba, nunca supe por qué.

Hoy es sábado, y mi abuela ha dicho que hay que estar temprano en pie para ir a misa mañana. A mí nunca me gustó la misa, era todo tan largo y tan aburrido, y yo a mi edad, ni siquiera podía comer la ostia que tanta atención me llamaba. Yo sé en secreto, que a mi abuelo tampoco le gusta ir, él me lo confesó una vez, hace años atrás, y estoy segura que él no sabe que logro recordar más de lo que ellos piensan. Mi abuela lo obligaba a ponerse chaquetón y corbata, a mí me tocaba la parte de los zapatos, que para bien o para mal, me tocaba lustrarlos todos los fines de semana. A mi abuelo no le gustaba, como decía, el padre y los rezos no iban con él. Pues yo sé que prefería contar cuentos a sus nietos o tomarse una “copita” de vino con algún amigo. Esas cosas le gustaban, disfrutar aprovechando el tiempo, de eso hablo.

Nunca nadie creyó que bajo mi cama había ladrones, yo sabía que ahí se escondían, y nadie lo creía. Decían que mi pieza era como un castillo, una fortaleza o un hogar, pues podían llegar y nadie los juzgaría. Yo nunca lo hice, no me importaba, no me molestaban. En mi ventana juega y se duerme el sol, nadie lo ve. Magos y hadas corren por mis repisas, nadie los ve. De lámpara tengo un marciano fluorescente que me dice qué vestido ponerme hoy. Ratitas hablan conmigo por las mañanas, me cuentan que han visto por los rincones de ésta gran casa, me cuentan lo que se habla acá y yo no logro escuchar. Despierto cada mañana con una mariposa que se posa en mi narizota y me canta los primeros ruidos animales del día.

Solía venir a jugar conmigo una chica luego de la escuela, llegaba siempre a las cuatro de la tarde con un paquete de dulces que compraba en una esquina. Creo que siempre quiso ser mi amiga, yo no entiendo por qué, yo no era de amigos, yo jugaba con la pelota que me había regalado mi madre antes de morir y no necesitaba más. Recuerdo que la chica siempre miraba y acariciaba las trenzas que me hacía mi abuela, eran muy largas, ella decía que eran cuerdas para llegar a mí, nunca la entendí.

A veces estábamos solas en casa, cuando mis abuelos salían a hacer sus caminatas por la avenida Remington. Ahí jugábamos al té y esas cosas que jamás me gustaron, yo se lo decía, pero ella estaba en otro universo con mis trenzas olor a manzanilla. Le conté de los animales que vivían conmigo, de esas lagartijas que recorrían mi cama en las mañanas, le conté de mis lámparas marcianas y de mis repisas mágicas, no me creía. Hasta que un día la invité, para mi cumpleaños, a quedarse en casa. Yo le contaba desinteresada mis cosas, no me importaba si creían o no, pero les decía pues no era extraño para mí. Esa noche, pasaron cosas extrañas, mi lámpara caminó a la ventana y saltó, como queriendo escaparse para tocar el sol que descansaba. El mago se convirtió en hombre y nos hiso dormir con un cuento de dragones submarinos. Las hadas se arrastraron por una escalera de nubes de colores, y en cada peldaño, sonaba una nota. Yo era espectadora solamente y me sentía como cuando íbamos con el abuelo a ver películas al cine, y mientras, mi amiga hablaba y hablaba diciendo casi como loca, que quería un cuarto así…




martes, junio 29, 2010

De Temores...










Tú de bellos ojos… cúbranme tus párpados azules para nadar tranquila en la noche por tus mares… protéjanme tus alas del viento que de a poco quiere deshacer mis ganas… Despójame de tanto dolor que me asecha… deja que me pierda en el amanecer de tu rostro, y que me encuentre en lo profundo de tus manos pequeñas… Permíteme navegar en tus pupilas gemelas que de montes se abastecen cuando sonríes… tóquenme tus dedos de témpano cuando el fuego me esté consumiendo, no dejes que mi mente se esfume de tu lado cuando mis pensamientos te alejen, no dejes que mi corazón se seque, lléname de tu humedad más tuya para disfrazarme de ti cuando te extrañe…


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… Obsesiva… paciente, impaciente también, viciosa, obscena, melodiosa, susurrante, risueña, por sobretodo viciosa, intolerante, exagerada, despreocupada, detallista, por sobretodo obsesiva, tranquila, amante, frenética, por sobretodo apasionada, niña, hermana, amiga, mujer, artista, por sobre todo amante, observadora, por sobretodo artista, disonante, aguda y grave…



sábado, junio 26, 2010






... y lo tomé. Emprendía así mi audaz viaje de regreso... una infinidad de recuerdos buenos, malos, se me venían a merienda... era casi irrisorio, fueron sólo los últimos días los cuales pude disfrutar más, donde lo pasé en definitiva muy bien, donde cada minuto valió la pena ser vívido... fue cuando comprendí que hay muchas cosas que debo conocer aún... y yo que pensaba que se me estaba terminando la vida allí un par de kilómetros más adelante nada más... "mucho te falta niña, mucho aún"... "pero tengo sed de eso!"... "busca tus propios medios para aguantar tu sed... deberás ser paciente... o morirás cuando tengas qué beber en frente tuyo..."... y me sentí mejor cuando supe que no era la única sedienta... sufría a demás de otros males parecidos, y los compartía, eso me engrandecía y me apocaba al mismo tiempo... pero era mejor que sentirse naufraga... Y llegué. Era como otro país, uno desértico, con poca gente... así como desolado... era mi dominio, yo pertenecía a ahí y no quería... prefería quedarme donde estaba, donde había pasado los mejores momentos del último tiempo, a más de mil kilómetros de distancia, "allí era donde quería estar"... todo era extraño, había seguido su curso... el lar había crecido, era muestra de avance... pasaron los días, comencé a retomar la corriente del pensamiento que me mantiene unos doscientos días del año ocupada… por lo menos así lo había sido durante los últimos catorce años… y bueno, las telarañas mentales se fueron yendo de apoco… muchas analogías típicas se vinieron a la mente, eran necesarias… la creatividad juega su papel increíblemente bien en éste punto…





Sollebantas Erosingracias… Sipdomar Soducción









Los paralelos días sin ti, pasan lentos. Y quisiera soñar con mis noches y tu luna. E imagino luego de tu cuerpo una flor, y quisiera que cada rincón tuyo se plasmara en un pétalo de ella y escribir en mis lágrimas cada poema inspirado por tu cuerpo. Porque es el viento el que las seca, y deseo que tu brisa no las envuelva y que solo tu olor me tranquilice y que tus cabellos me acaricien en mis intentos de dormir…

De Medias Verónicas y Medias Mediocres…

Te encontré.

Ahora que lo escribo me doy cuenta de ello… ¿Te das cuenta de lo que digo? ¿Entiendes lo que intento hacerte entender? ¿Entiendes que me revolucionas toda? ¿Te das cuentq que mi poesía infinita, ahora tiene dueño? ¿Entiendes amigo mis rodeos? Vivo cada día por un imaginario… Me levanto y sigo en pié creando a cada minuto un cuento nuevo, una parte de mi historia… ¿Entiendes qué pretendo? ¿Sabes que aún no aprendo? ¿Imaginas, logras de verdad imaginar qué significa esto? Me entrego a ti tal como dice la canción, puedes hacer de mi lo que quieras , puedo ser pincel y alma, santa y culpable, tan buena como ilusa, puedo ser aire y piel, puedo estar junto a ti, quiero estar junto a ti… Porque me deslumbras, porque el solo ver tus ojos de cielo me deja sin habla… Quiero que duelas, quiero lamentarte, susurrarte, quiero extrañarte como desearte… Quiero tan solo que compartas un poco de ti con ésta ilusa que paciente espera en la banca de suplentes…





Otra.





Quiero que mi poder electrizante te golpee, que logres ver mi halo púrpura y rojo de sed, de luz, que te llaman, que te murmuran y miman en la distancia. Déjame decirte cuanto te he añorado y cuan extraterrestre puedo ser si me dejases indagarte. Déjame volar por tus cielos sin límites. Deja que te encandile con caleidoscopios de imágenes que te evoquen a mí y a mi figura, que grita ilusa tu nombre tras bambalinas…



viernes, junio 25, 2010

De distancias y honores.

… Y me contestaste, y fue increíble hablarte una vez más, fue increíble la sorpresa, comunicarse… Y partes diciéndome “Gracias”, partes halagándome una vez más, partes dejándome un poco sin palabras, sin dos menos, me dejas sin el “de nada”, pues automática atino a agradecerte también… Te escuchaba y casi no lo creía, llena de nervios, un poco avergonzada, no sé de qué ni por qué, pero lo estaba, al igual que estaba confundida, pues mi poca costumbre me impide entender que me digas tanto, me impide sentirme libre de sentir… Me muestras algo, qué sé yo qué es, pero es y ya!.. Te prometo que no entiendo mucho aún, te prometo que haré el intento de entender, te prometo que no prometeré más que intentaré, te juro que lo haré, entenderé y me será aún más fácil imaginarme un abrazo tuyo, y me será más fácil querer lo abstracto, desear lo abstracto… Y así, pasaron minutos y minutos. Me sentía querida, admirada, honrada, me sentía como hace tiempo no me sentía, como soñaba que fuera… Me sentía también apoyada, acompañada por alguien que confiaba en mí, alguien que viviendo días oscuros y grises, miraba el suelo con recelo, y hoy hallaba en mí la confianza para mirar el horizonte... Alguien que al mirar mis ojos en una foto se sentía capáz de creer, alguien que justamente como yo, quería y necesitaba creer… Alguien que, justamente me hace bien…

Nunca creí en un destino, pero si has de creer tú en él, te digo, el destino no halló otra mejor forma y te puso un poco más de donde no puedo llegar por mis medios…






“… no me gustan tus halagos, me encantan…” y hubo silencio. Ese silencio que siempre nos acompaña, pues habla con nosotros cada vez que necesitamos escuchar lo que dice nuestro corazón. “… ¿Venis vos o voy yo?”… no me importa quien venga o quien vaya, yo iré cada vez que pienses en mí, y tu vendrás a mi lado, cada vez que aquí te quiera, para que digas mi nombre, que tanto me gusta escucharte decir… Sos lo que esperaba, pues “llegaste en un buen momento”… Otro silencio…

Y no me acordaré de tí por un minuto ni por dos… Te prometo que tampoco serán tres.

Nuevamente, gracias a vos. Que me has dado tanto cuando yo he dado nada. Gracias por hacerme sentir que sí puedo creer en mí, que puedo creer también en ti. Gracias por darme ese aliento de pureza que tanto faltaba en mi vida, pues te juro por el amor que siento, que lo que me das es puro, así lo siento, tan quitado de interés, tierno, tan… no sé…

… y me encanta que me hagas reir ¿Telo dije? Pues entonces ahora te lo digo, son mis nervios, es la sorpresa, es mi alegría, mi asombro, tu voz y tus palabras perfectas en el momento preciso lo que me hace reir… Y fue así, como te dije, me fui caminando, fumando un cigarrillo, sonriendo como si te tuviera en frente, sonriendo de alegría, porque me hace felíz que un poco de mí te sirva… Que te ayude un trozo de mí, es un regalo hermoso, tan hermoso como dices que son mis ojos…





Dedicado.